miércoles, 15 de junio de 2011

el susto abrazado es mejor

Me bajo del auto de un ex compañero que me vino a dejar hasta la casa de la Bada. Escucho una música muy fuerte que proviene del patio. Toco el timbre que apenas se escucha. Golpeo insistentemente hasta que la Bada me abre.

- ¿Y estás son horas de llegar?, ya pasa, me dice la Bada con voz de sermón. No alcanzo a darle el beso de bienvenida y ya está subiendo las escaleras. Yo camino hacia el patio.

Estaba todo oscuro y al abrir las cortinas fue como abrir un mundo mágico. Habían rostros desorbitados, otros ebrios, pero todos felices de verme. La multitud exclama un gran – Yito. Saludo a todos. Abrazo a mi hermano que estaba sentado con Juan en un rincón hablando cosas de la vida, pero yo sólo los escuchó un balbuceo. Sigo en mi caminata y me encuentro en la mitad del patio y se empieza a mover… son las tres treinta y cuatro con catorce segundos.

- ¡Está temblando! Se escucha desde la casa. Las niñas a gritan a medida que el suelo se agita cada vez más rápido.

En unos cuantos segundos me vi rodeado de mis amigos. Las botellas sonaban y se quebraban al caer, la piscina de plástico se movía tan fuerte que el agua parecía mar. Un chispazo y no se veía nada. Gritos estremecedores y sobre todo de los de Juan; -¡Me voy a morir! ¡me voy a morir!, Salfate tenía razón…

Duró dos minutos con cuarenta y cinco segundos. Más de dos minutos abrazados, a oscuras, con vidrios en el suelo y con una cañería rota. La tía Daniela nos obliga a ir a fuera y que nadie se moviera. Con mi hermano lo único que queremos es ir a ver a nuestra madre. Agarramos nuestras cosas y nos despedimos. - ¿A dónde creen que van? Nos pregunta la tía al vernos listo para partir.

- A mi casa, mi mamá está sola con mis sobrinos, contestó mi hermano.

- No, nadie se mueve. No se ve nada y quizás el puente se cayó. No voy a permitir que se vayan, imagínate si les pasa algo…

Todos nos quedaron mirando. Juan seguía gritando; - ¡Pero si me quedan dos años de vida! ¡¿No que el fin del mundo era el 2012?! Mientras tomaba vino en caja.

Volvió la luz. Pasó dos hora del terremoto y sonó el teléfono. Contesta el Juanca, un amigo, y pregunta - ¿Quién es Sergio? ¿Algún Sergio? y la tía Daniela reacciona y me grita -¡Yito, tu mamá te está llamando!, entretanto la gente se reía con la situación.

-Aló, contesto.

-Aló hijo… ¿Cómo están? ¿tu hermano?

-Bien, bien ¿y tú? ¿los niños?

-Bien, no pasó nada por suerte acá…

. A las seis de la mañana, la tía Daniela le dice al Jhony, su pololo, que nos fuera a dejar. Cansados, nos subimos al auto yendo a casa por fin, para besar a mamá.

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